Y para evitar los posibles contratiempos es imprescindible tener un buen timing, lógico y racional. O lo que es lo mismo, una organización horaria que cubra todo el día de la boda. Desde que los novios despiertan, hasta el horario para ponerse guapos, hacerse las fotos y comer cosas bien ricas. Todo el día debe estar estar cubierto.
El timing se elabora con antelación a la boda con los novios, y una vez están cerrados todos y cada uno de los detalles. Es necesario saber las localizaciones de todos los espacios en los que se desarrollará el evento, la distancia entre los mismos, número de invitados, catering, brindis...etc. De esta forma podemos incluir cada uno de los elementos en su debido tiempo, y hacer un día organizado y espectacular.
Se hace en conjunto con los novios ¡por supuesto! Y ese será nuestro material de trabajo para el día de la boda para asegurar una jornada de lo más molona y despreocupada para vosotros.
Que os olvidéis de mirar el reloj es nuestro trabajo. Ni los novios, ni las madres ¡ni las primas! deberéis estar pendientes de nada.
Pero...¿una boda estructurada por horas? ¿con los tiempos medidos? ¿no es muy rígido? ¡Para nada! El timing de la boda es suceptible de variar en pequeños matices el mismo día del evento, pero para eso nosotros estaremos durante todo el día a vuestro lado. No hará que la boda pierda su encanto, naturalidad ni espontaneidad.
Pero ¡Tranquilos! que no os perseguiremos como el conejito de Alicía en el País de las Maravillas durante vuestro día.
Porque de lo único que los novios se tendrían que preocupar en su boda, es de....
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