Boda para dos (y algunos más)

La boda es de los novios. Tiene que ser muy vuestra. Pero ¿y si fuera solo vuestra? Sin nadie más. Sin invitados. ¿Os lo podéis imaginar? Hay muchas parejas que deciden celebrar ese día en la intimidad más absoluta, y a nosotros nos ha parecido de lo más original. 

Pero somos realistas, y sabemos que no es una tendencia que todo el mundo vaya a seguir. Reconozcámoslo, por aquí nos gusta mucho celebrar con los nuestros, bailar y despeinarnos con las amigas, y compartir momentos únicos con los que más queremos. Pos eso, nos quedamos con la opción intermedia: Una boda íntima. 

Las bodas íntimas nos parecen muy muy especiales, y la forma ideal de no sufrir el estrés propio de tener que gestionar a 200 invitados, pero sin renunciar a compartir ese momento y disfrutarlo con los nuestros. Entenderíamos por boda íntima, aquella con una lista de unos 20-50 invitados aproximadamente. Es decir, familiares cercanos y amigos. No es fácil hacer una selección tan detallista de quién viene y quien no, pero creemos que los pros ¡merecen la pena! Por eso os decimos las 5 ventajas más top de hacer una boda íntima: 

1. Podrás celebrarla en lugares muy originales. Ya no nos hace falta una hacienda, ni un gran salón. Podemos celebrarla ¡donde nos apetezca! El bosque, un campo, una casa privada con vistas al mar o la misma playa. Eso sí, aseguraos de pedir los permisos en el caso de que sea espacio público, y de que el catering pueda trabajar sin problema. 





2. Si siempre has soñado con una boda Pinterest, hacerla íntima de facilitará conseguir ese efecto WOW! para tus invitados. Al ser menos personas, el presupuesto será mucho menor, y podrás destinar gran parte a la decoración y personalización de la boda. Si te enamoras de una copa o un bajoplato ¡adelante! No es lo mismo alquilar o comprar 30 que ¡300!




3. Novios relajados ¡siempre! Piénsalo. No es lo mismo tener que saludar a 250 invitados, que estar rodeado de los tuyos, de los de siempre. Para nosotros esto tiene un encanto único. A cambio, estaréis relajados, seréis vosotros mismos y disfrutaréis al máximo. Porque al fin y al cabo, no tenéis que estar pendiente de ningún compromiso.


4. Mobiliario exclusivo. Las posibilidades en decoración a la hora de celebrar una boda íntima son mucho mayores que las de una boda al uso. No tendrás que recurrir a las sillas de siempre, ni al menaje de siempre. Podrás trabajar con tiendas de alquiler de mobiliario, incluso vintage, y negociar la decoración de tu boda con ellos. No es fácil conseguir sillones diferentes para 300 personas ¡pero si para 50!



5. Haced lo que os de la gana. Tal cual. Sin miramientos. Porque solo tenéis que "responder" ante los vuestros. No tenéis que contentar a una centena de personas (lo cual es complicado para rato por cierto), si no solo a los cercanos. Y creedme, ellos estarán felices viendo como disfrutáis de la boda. Por eso, una boda íntima os permitirá jugar con elementos alternativos y muy originales: celebrar tu boda en una azotea, a pie de río, una boda tipo buffet con foodtrucks, o una mesa sobre el cesped con cojines para sentarse. 



Y vosotros ¿os atrevéis a hacer vuestra boda íntima? 



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