Estéticamente nos encanta. Dará mucho juego a la decoración, y el centro de mesa no será para nada como en el que normalmente usamos en las mesas redondas o cuadradas. Piensa en un centro alargado, que trabaje con texturas y diferentes alturas a lo largo de la longitud de la mesa. Además, si el centro floral cae en cascada por los extremos ¡será de 10!
Una de las pegas que podréis encontrar es el tema comunicación entre los invitados. Mientras que en una mesa redonda podemos hablar de forma más fácil con todos, en una mesa imperial tenemos contacto directo con los que están enfrente y a los lados. No obstante al final nuca hablamos con más de unas 6 personas al mismo tiempo, así que ¡no te preocupes por eso!
Ahora bien, si tenéis una boda numerosa, no significa que todos vayan en la misma mesa alargada. Lo ideal será hacer una composición de varias mesas de unos 50 invitados cada una, por ejemplo. Incluso tenéis la posibilidad de combinar algunas mesas redondas, con otras imperiales. Es muy importante que tengáis en cuenta el espacio de la celebración, ya que no todos se adaptarán a la composición que tengáis pensada, y tendréis que darle alguna que otra vuelta.
Pero ¿y a la hora del seating plan? ¿cómo lo organizo? Lo primero es ver si tienes una mesa o varias. En caso de que sean varias, tendrás que numerarlas y poner un seating plan con el número de mesa y el nombre de todos los invitados que van en ella. Además de esto, debes marcar cada sitio con el nombre del comensal. También puedes dejarlo sin nombres y que cada uno se siente donde quiera, aunque no es muy recomendable para bodas de muchos invitados.
Y vosotros, ¿os vais a decantar por este tipo de mesas?
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