Adela y Javier se dieron su ¡si, quiero! el 7 de mayo de 2016. Una boda íntima, sin artificios ni protocolos, representando lo que los novios eran en todo momento. Contaron con nosotros para la organización integral de su boda, y durante 9 meses, pudimos trabajar con ellos para hacer de su día ¡la boda que buscaban!
Conectamos con ellos al 100% desde la primera reunión, y durante las posteriores, pudimos entender que realmente buscaban algo original y poco visto. Querían celebrar su boda en un espacio moderno, urbano, pero rodeados de agua. ¿Nuestra propuesta? El Pabellón de la Navegación. Con una celebración tipo cóctel con puestos de diferentes tipos de gastronomía, que hicimos posible gracias al Catering Sartoria.
A partir de ese momento, fuimos dando forma a la estética de la boda y al estilo. El color Marsala fue el protagonista del evento. Para el diseño de sus invitaciones buscamos un estilo un tanto divertido y moderno.
El día de la boda comenzó, como no, con la ceremonia. Se celebró en la Casa de la Cultura de Dos Hermanas. Y nuestros novios, como no podía ser de otra manera, entraron ¡bailando! A ritmo de Barry White.
Para la salida, preparamos sobres con confetti en los tonos de la boda: Marsala, rosa palo y dorado, para darle más luz aún. Eso sí...¡teníamos el arroz preparado! (por si acaso) Pero el tiempo nos dio tregua, y los novios pudieron disfrutar de la lluvia de confetti. Tened en cuenta que si está chispeando, el papel de seda puede desteñir y manchar el vestido de novia.
Y mientras nuestra pareja disfrutaba de su reportaje de fotos, de mano de Madrigal Fotógrafo, el equipo de Que Se Besen ultimaba los detalles de montaje en el Pabellón.
Los diferentes puestos gastronómicos hicieron las delicias de los invitados. Las bodas tipo cóctel ¡nos encantan! Permite a los invitados más movimiento, disfrutar de la comida que deseen, y hablar con cualquier invitado. Para nosotros ¡es una apuesta segura!
Mientras los invitados disfrutaban de un almuerzo espectacular, nosotros nos encargamos de montar la mesa dulce que haría de postre para todos. Para ello, confiamos en los dulces de Ofelia Bakery; Minicupcakes, brownies, canalés, cakepops...Y para los novios ¡un cupcake para cada uno! Y es que en lugar del tradicional corte de la tarta, les propusimos a los novios optar por un cupcake cada uno, como apertura a la mesa dulce previa al baile.
¿Y el baile? Teníamos a una novia bailonga, y un novio que mucha gracia no le hacia lo de bailar (aunque luego bien que animo!). Así que tras el "bocado dulce" con una música romanticona, rompimos completamente el ambiente con The Herald y su tema Come on! Eso sí, chaqueta de cuero rosa incluida, que fue sorpresa tanto para el novio como para los invitados.
Y así, baile tras baile, y salto tras salto, siguió la boda. Con unos novios que disfrutaron como nadie, con la sonrisa constante en sus caras, y con unos invitados que no pararon de bailar con ellos.
Y nosotros damos las gracias a esta maravillosa pareja por habernos permitido organizar su boda. Desde luego podemos decir que los echaremos mucho mucho de menos. Y desde aquí les deseamos todo el amor y todos los besos del mundo.
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