1. Elección de proveedores. Si en verano es cuando habéis decidido empezar la búsqueda de proveedores para vuestra boda, recurre a internet. Tened en cuenta que la mayoría estarán de vacaciones y no será posible reunirse. Lo ideal es que investiguéis sobre tarifas, modo de trabajo y opiniones, y mandéis emails a muchos de ellos. De esta manera tendrás una buena base para elegir con quienes quieres reunirte cuando llegue septiembre. Recuerda que este trabajo lo podrá realizar un wedding planner si no tenéis tiempo y preferís a un profesional del sector detrás de esta búsqueda. Aunque la decisión siempre será la vuestra, os ahorraréis el tiempo de buscar precios, opiniones, hacer llamadas...etc. Vuestro wedding planner sabrá que proveedores se ajustan más a vuestro estilo y presupuesto, y trabajaréis sobre un círculo más acotado a vuestras necesidades.
2. Momento de reflexión. Al ser una época en la que se puede organizar más bien poco, te invitamos a que tu pareja y tu penséis en la manera de llevar a cabo las ideas decorativas de vuestra boda. Dentro del estilo que queréis, pensad en si vuestro espacio de celebración os permite llevarla a cabo, y si es así, de que manera. Nuestro Pinterest puede servirte de inspiración para este momento.
3. Hora de las manualidades. Si tenéis vacaciones, no hay mejor momento para aprovechar todo ese tiempo libre para hacer todas las manualidades de vuestra boda. Poner sellos, terminar las invitaciones, preparar los regalitos. Piensa que cuando empecéis a trabajar no tendréis tanto tiempo, así que ¡aprovéchalo al máximo! Aunque queden meses para el gran día, puedes dejar todos los detalles preparados y luego guardarlos bien.
4. ¡Mil y un invitados! Llega uno de los momentos más delicados de la organización de la boda. ¿Quién viene y quién no? O peor aún...¿A quién siento con quién? Si vuestro convite incluye plato en mesa, es hora de poner nombre a cada silla. Así que paciencia, un té bien frío, y ¡manos a la obra! A nosotros nos encanta la idea de hacerlo con post-it. Colores diferentes para determinar a quien pertenece cada invitado, un plano con las mesas dibujadas y ¡a pegar y despegar! Esta táctica te permitirá una forma más cómoda de probar combinaciones, sin tener que andar borrando ni tachando.
5. ¡Lo quiero para mi boda! Estas de vacaciones en un lugar maravilloso, y ¡oh, sorpresa! Te enamoras de un portavelas. Claramente es el portavelas perfecto para ese rincón tan especial de tu boda. Así que ¡cómpralo! El uso de materiales exclusivos y diferentes le dará a vuestra boda ese toque personal que buscáis.
6. Chicas/os ¡nos vamos de vacaciones! Si te vas de vacaciones con tus amigas o amigos y tienes pensado ya que ellos sean tus testigos, o damas (o caballeros) de honor, no hay mejor momento para anunciarlo. Desde luego ¡será un momento inolvidable!
7. Fin de vacaciones. Comienzo del estrés. Si cuando acaben las vacaciones vuestro horario de trabajo imposibilita la organización de la boda, recuerda que puedes contar con los servicios profesionales de un equipo de wedding planners. De esta manera, además de aseguraros una boda perfecta y sin agobios, podréis disfrutar de más tiempo libre, y tener la boda que siempre habéis soñado.
Y vosotros, ¿qué vais a hacer en vacaciones?
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