Sí a las sillas Ghost

Ya sabéis que nos encanta el mobiliario diferente para las bodas. Pensamos que le da un toque original y muchísimo juego a la hora de trabajar las decoraciones y la ambientación del entorno. Por eso hoy apostamos por ¡las sillas ghost! 

La Louis Ghost es un diseño original de Philippe Starck para Kartell en 2002. Su nombre, concedido por la transparencia propia de la silla y la forma clásica de una Luis XVI. A nosotros, nos alucina. 
Empezó a verse mucho para la decoración de casa, pero pronto empezaron a introducirse en el mundo de las bodas, y es que ¡dan muchísimo juego!


¿Qué es lo que más nos gusta de esta silla? Ante todo lo poco vista que está aún en las bodas. Pero sobre todo la ligereza que transmite. Es ideal para bodas que llevan muchos invitados en mesa, ya que aporta ligereza y poco peso visual al ambiente. Por lo tanto, no se verá recargado. Combinadas con mesas de madera vista es una opción de diez.





Son perfectas si queréis dar a vuestra boda un toque moderno o industrial. Aunque eso no quita que no podáis recurrir a lo romántico. Con caminos de mesa en eucalipto y flores pastel, junto con tonos metalizados ¡quedará perfecto!

Para ceremonias, también es una opción perfecta, sobre todo en exterior ajardinados o interiores muy anodinos y modernos, con mucha luz natural. Nos quedamos con la mezcla de sillas Ghost y altar en verdes naturales y desenfadados. 




Pero sin duda, la opción que más nos ha alucinado es la de poder hacer sobre la propia silla, un seating nominativo con lettering. No tenéis que hacerlo sobre todos los invitados, quizás solo en la mesa presidencial. Pero queda ¡espectacular! 




Y ¿donde podéis conseguir estas sillas tan bonitas? No es una silla corriente que tengan los caterings o haciendas en propiedad (normalmente). Por ello, lo ideal es que recurráis a empresas de alquiler de mobiliario y decoradores especializados de vuestra zona. Ellos se encargarán de montar y desmontar las sillas, y vosotros no tendréis que preocuparos de nada. 

Otra opción, si se os va de precio o no encontráis un proveedor que las tenga, es comprar solo dos para vosotros ¡y luego ponerlas en casa! Será un recuerdo precioso tener las sillas donde os sentasteis en la ceremonia de vuestra boda.


Y vosotros ¿os atreveríais con unas sillas así? 

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